Quien conoce mi historial de pinturas sabe que durante muchos años los colores más utilizados fueron los tierras. Naranjas, ocres, algún malva y pinceladas de tarde en tarde de azules y verdes.
Cuando se cambia de paisaje, cambia la visión e inspiración del autor si, como en mi caso, se deja llevar por lo que le rodea.
Rodeada de mar, los colores que brotan y me inspiran son los llamados fríos. Azules, verdes, turquesas. Cuando mis pinceles de sumie me llaman, pinto. Cuando tengo que crear con texturas táctiles y tocar tierra, hago cerámica.
En esta ocasión, os muestro unos de los últimos trabajos en cerámica «olas».
Gracias por seguirme y hasta pronto!!