En el libro «Cuando lloran los cerezos» de Inmaculada Martín del Campo- se habla de la importancia del ESPÍRITU para las artes marciales. Igualmente sirve tenerlo en cuenta para la pintura sumie y la verdadera pintura creativa.
El maestro pregunta a sus discípulos:
«….Thaï, el cuerpo, Wasa, la técnica y Shin, el espíritu. ¿Cuál de ellos es el más importante de todos?
…el Shin..porque sin espíritu no hay nada. El espíritu es el que toma las decisiones.Es el que tiene intuición y posee la sabiduría y la bondad….. El espíritu tiene que ser sabio porque si no, la intuición está descontrolada y puede fallar. Y tiene que ser bondadoso para saber cuándo hay que utilizar la técnica y cuando no.
Y si se es capaz de no utilizar la técnica, mejor.»
La técnica es preciso conocerla, practicarla, aprehenderla bien y a la hora de pintar, olvidarla!
También me ha parecido precioso el texto del mismo libro citado anteriormente donde le dice el padre-maestro a su hija-alumna: «Vas a hacer lo mismo que el resto. Vas a madrugar, vas a entrenar duro, vas a ayudar en la limpieza, en el cuidado del jardín, en la colada, en todo lo que se te diga, exactamente igual que tus compañeros. -Sí, sensei. Mi padre me sonrió y bebió de su taza de té»
Para conseguir el dominio de la técnica hace falta dedicarle muchas horas de trabajo, implicarnos en cuerpo y alma -como dirían algunos- y no olvidarnos de la vida diaria…sencilla, humilde, ….como todos y ser uno mismo.
Sin espíritu no hay nada.
Hasta pronto amigos.

taza de té japonesa