Una de las características fundamentales de la pintura japonesa Sumí-E está basada en apreciar los diferentes tonos de grises -desde el blanco al negro oscuro- conseguidos con la tinta, agua, pincel y papel. ¡Todos los tesoros son importantes!
Las emociones surgen al apreciar una obra sumí bien realizada. Ahora bien, también es importante que la energía fluya y nos sintamos libres a la hora de pintar. Si los colores nos llaman tenemos que cogerlos y pintar con ellos.
Es necesario no sentirnos bloqueados y permitir que nuestra alma se exprese libremente.
Una vez adquiridos los conocimientos de la técnica Sumí-E tradicional, cada uno va encontrando su Camino y evolución.
Os muestro algunos crisantemos pintados a color aplicando Sumí-E de otoño 2013: